El reconfortable cultivo de la albahaca en nuestros balcones

Esta semana realicé la primera ¿cosecha? de albahaca, que ya tenía un tamaño importante. Lo que suelo hacer es ir sacándole hojas para ensaladas, pizzas o caldos, hasta que logra cierta cantidad y tamaño,  ahí realizo una primera recolección, que además funciona como poda y releo ; desde ese momento, las plantas que quedan  crecen con mucha más fuerza hasta el cultivo final.  

Se puede dejar secar colgada en un lugar resguardado pero ventilado, para luego picar y guardar por bastante tiempo, se puede freezar para usar fresco cuando sea necesario, se puede mantener en agua para que dure más tiempo, incluso se puede hacer una conserva con las hojas enteras cubiertas en aceite… todas variantes válidas, pero yo sólo hago pesto y cuanto más, mejor, total eso dura mucho tiempo en la heladera. Sobre todo ahora que empecé a utilizarla, además que con la pasta, con arroz o en la pizza.

            Procesas las hojas con aceite y un poco de sal y lo guardas en un frasco bien tapado., así de simple. Después, por gusto, se le puede agregar nueces picadas, ajo, queso rallado

            Sobre el final del cultivo, tras la segunda cosecha, me gusta dejar un par de plantitas para que florezcan y sus semillas vuelen en forma natural, así el próximo año salen donde no se las esperan, como pasó con una maceta que mostraba en la fotogalería anterior.

Mi experiencia con la albahaca

            Es el cultivo que más me gusta, aquel que cada año planto más e igual me queda la sensación de que puede haber puesto más semillas, por lo que me prometo hacerlo el próximo año. Podemos encontrar varias razones para esto: rinde mucho, pareciera que sale en cualquier lado, la planta es linda de por sí, etc. Ideal para un huerto urbano

            Por un lado, es una  planta que nunca te decepciona: es difícil no sentir que se han logrado resultados cultivando albahaca.

También  hay que resaltar su facilidad para adaptarse a las diferentes situaciones. He logrado que crezcan en tierras pobres, en interiores, con poca luz, bajo la sombra de otra planta más grande, en pequeños espacios, etc.

Por último, algunas características como su color (una vez que logra cierta madurez, se oscurecen sus hojas, logrando un verde que me encanta) o su aroma (no hay anda más lindo que levantar una persiana por la mañana, regar o rozar al planta y recibir uno de los olores más lindos de nuestra huerta) la hacen una especie que sería lindo tenerla en el balcón aún cuando no fuera cultivable.

Yo suelo ponerla además de en una o más macetas específicas para ellas, en asociación con alguna otra planta que le deje espacio, pero también donde exista beneficio como con el tomate, que alguna vez leí que le mejora el gusto (la verdad es que los tomates son más ricos que los de la verdulería, pero no sé si por al albahaca o por el cultivo orgánico) o los ajíes, a los que protege de pulgones (aunque debo decir que a mí no me resulto, pues los pimientos los sufren mucho, de hecho son la planta que más los padecen).

Debo decir que este año ha sido más pobre que los anteriores,  reflexionando, creo que todo esto que menciono arriba ha hecho que, con los años, me vaya confiando y cada vez la descuide más. Por ejemplo, los primeros años comenzaba el cultivo en semilleros, hoy lo hago en forma directa, antes me ocupaba mucho por preparar la tierra antes de empezar, preocupación que fue perdiendo fuerza con el tiempo, etc.

Recomendaciones generales

Se trata de una hierba aromática anual -o sea, que muere, que no es perenme- que en tierra puede alcanzar de 30 a 50 cm de altura.

Requiere mucho sol pero en épocas bien cálidas puede convenir ponerla a media sombra. Sufre mucho las heladas (en mi caso, se quemaron muchas de sus hojas y nunca volvió a estar tan “vigorosa” como antes de sufrir el frío)

Se siembra a finales del invierno (lo más común es hacerlo en agosto y septiembre, pero ese período puede alargarse; incluso comenzarse un poco antes en interiores o protegiéndola con mucho cuidado), puede realizarse mediante semilleros. Germinará luego de una semana (a veces tarda más, en general el cultivo empieza lento, incluso con varios días con las mismas cuatro hojas, y luego se “dispara”)

La tierra debe ser, además de fértil, de buen drenaje. Esto es porque se debe lograr que haya buena humedad pero sin “empantanar” la tierra. Es recomendable aplicar abono

            Es recomendable eventualmente podar las plantas y se deben cortar los capullos de flores si bien aparezcan (si se quiere que las plantas ganen “en tamaño”).

Les dejos la fotos de la realización del pesto,

Abrazo

Fuentes: fichas de cultivo de la especie en

• Inta
• Infojardin