En otras oportunidades hablamos del compost, como una forma de poder abonar la tierra. Pero hay otras formas de incorporarle nutrientes al suelo donde tenemos nuestras plantas.
A continuación, algunas de las cuales pueden, sin ningún inconveniente, utilizarse en un huerto urbano, aún con muy poco espacio (por experiencia propia).
Introducción: Abonos orgánicos
En preparación y uso de abonos orgánicos, editado por la Corporación Educativa para el Desarrollo Costarricense, explican que siempre diariamente el suelo recibe aportes de minerales y sustancias que llegan del espacio (polvo cósmico), de las lluvias (sales minerales, fósforo y nitrógeno) y del viento. Con esto, quieren indicar que el suelo siempre tiene su fertilidad. Pero esta puede no ser suficiente, o puede ir perdiéndose y el sustrato se va empobreciendo
Entonces se vuelve conveniente la utilización de diferentes técnicas para devolver o mejoran su fertilidad. Si bien no es imprescindible, es muy importante para mejorar la producción y cada año se vuelve más necesario. En cultivo en macetas, es mucho más imperioso.
En cultivos ecológicos, se utilizan diferentes variables de abonos orgánicos, o sea, aquellos que provienen de materia orgánica (de origen animal o vegetal), que no contienen químicos y permiten reutilizar productos que se desechan en la vida cotidiana o como resultado de las tareas de los mismos cultivos.
- Mejora la tierra haciéndola más esponjosa y aireada (estructura migajosa).
- Ayuda a retener agua (muy interesante en suelos arenosos).
- Favorece la vida microbiana del suelo ("da vida").
- Suministra nutrientes a medida que se descomponen, por ejemplo, Nitrógeno.
En general, cuando se trata de compuestos sólidos, como el compost o el humus de lombriz, para su aplicación sólo se debe cavar un pequeño pozo (no muy profundo) al costado de la planta, intentando no lastimar las raíces, y llenarlo con el abono.
“Por el proceso de biofermentación, los abonos orgánicos además de nutrientes aportan vitaminas, enzimas, aminoácidos, ácidos orgánicos, antibióticos y una gran riqueza microbial que contribuye a equilibrar dinámicamente el suelo y la planta, haciéndose ésta resistente a insectos dañinos y a enfermedades”, explica la Corporación Educativa para el Desarrollo Costarricense
Abonos verdes
Una de las técnicas que puede utilizarse en la de enterrar en el suelo restos de vegetales, ya sean de malezas, otras plantas o cultivos directamente pensados para este fin.
Este último caso refiere al cultivo de, sobre todo, leguminosas, que se hacen para luego abonar la tierra. Además incorporan nitrógeno. Se suele utilizar por ejemplo alfalfa, porotos, etc. En un huerto urbano, no se suele tener suficiente espacio para destinar a este tipo de abono, pero lo que sí se puede hacer es cultivar alguna legumbre para consumo y luego usar sus hojas y tallos para fertilizar, pueden ser habas, porotos o chauchas (en mi caso, me funcionaron muy bien las arvejas).
Abono de superficie, acolchado, pajote o mulching
Otra forma de mejorar la fertilidad del suelo es colocar sobre él, alrededor de las plantas, una capa de materia orgánica, la cual se irá descomponiendo; el riego y las lluvias llevaran esos nutrientes hasta las raíces.
Si bien lo más tradicional es utilizar paja, pueden usarse diferentes restos vegetales, como hojas secas, pasto recién cortado, cortezas o incluso ramas chicas, compost, etc. Yo suelo usar una capa de restos de cocina que sé que se descompone rápido; cáscaras de huevo, que van aportando calcio lentamente; tiras muy finas de cáscaras de banana (potasio); compost o tierra abonándose a medio hacer; yerba vieja, que es muy buena para mantener la humedad y por sobre eso una mezcla de pasto seco y cortezas, con alguna rama más grande.
Cuando se aplique en una maceta, hay que hacerlo de un tamaño mayor que el que esperemos, porque enseguida, con los riegos y la descomposición, disminuye mucho su volumen y se acomoda.
Además de enriquecer el suelo, tiene otros beneficios: mantiene la humedad (pues impide que se evapore el agua); protege al tierra de la fuerza de la lluvia o el riego (muy útil en macetas de balcón, que a veces quedan medio inaccesibles a la hora de regar y se deja caer agua de cierta distancia, con mucha fuerza); regula la temperatura y, si bien no es común en huertos urbanos, impide la aparición de malezas. Por esto, yo también lo utilizo en semilleros
El primer año que tuve un macetohuerto, lo que hacía es enterrar restos vegetales en la misma tierra, pues entendía que se iba ir descomponiendo y alimentando directamente las raíces. Luego fui leyendo y desechando esta idea, pues si lo pensás, lo que se da en la naturaleza es que se van agregando capas de restos, pero sobre la superficie, y si cavas ves que no sucede por debajo, a la altura de las raíces. Esta técnica, el acolchado orgánico, fue la que reemplazó lo que hacía entonces.
Purines y otras preparaciones.
Otra posibilidad es preparar nosotros mismos compuestos que aporten algún nutriente particular.
Este es el caso de los purines, que según explica Cristian Stehmann en Purines Orgánicos simplemente son fermentos preparados a partir de hierbas, restos vegetales o estiércoles.
Señala Stehmann: “Básicamente aportan enzimas, aminoácidos y otras sustancias al suelo y a las plantas, aumentando las diversidad y disponibilidad de nutrientes para las mismas. Pero mucho más importante que esto es el aporte de microorganismos: Mediante la preparación de purines logramos desarrollar "cultivos" de microorganismos, en especial de bacterias. Cada purín es un cultivo específico donde se reproducen rápidamente determinados tipos de bacterias en un ámbito propicio para su desarrollo. Cuando regamos el suelo con estos preparados, estamos inoculando, "sembrando" el suelo de nuestra huerta orgánica con millones de microorganismos que transformarán la materia orgánica del suelo en nutrientes específicos para las plantas. De ese modo mejorará la disponibilidad de nutrientes y por lo tanto la sanidad, el desarrollo y la producción de las plantas”.
Recopilación de algunas preparaciones u otras técnicas similares (hay una lista finita que se encuentra en varias páginas, sólo agrego aquellas que veo potables para huertos urbanos en lugares reducidos):
Preparado a base de cáscaras de banana
Se hierven durante tres a cinco minutos los restos de tres de estos frutos en un litro de agua, junto con tres cucharadas de azúcar. Sólo se guarda el líquido resultante. Se riegan las plantas cada siete días diluido en agua en una relación de 2 a 1 (dos de agua)
La gran ventaja de este preparado es que aporta potasio, que favorece la floración y la aparición de frutos. Por esto, si bien todas las plantas lo requieren, ante la escasez yo suelo aplicarlo a aquellas plantas que me interesan por sus frutos (tomates, ajíes, berenjenas y, desde hace unas semanas, zapallitos).
El blog Un huerto en la ciudad recuerda que la falta este metal se manifiesta en la forma y color de las hojas que empiezan a doblarse en los bordes, detienen su crecimiento y se tornan amarillentas
Cáscaras de huevo
Otra opción es dejarlas en remojo en agua durante todo un día, y al líquido resultante agregarle unas gotitas de leche y utilizar para el riego.
Agua de cocción de las verduras
El abono líquido más sencillo que se puede usar es la utilización del agua en que se hierven o se blanquean las verduras (sin sal). muchas veces los cocineros proponen otras formas de cocinar, como por ejemplo el vapor o dejarle la cáscara a las verduras, como solución para no perder esos nutrientes que quedan en la cacerola, pues una opción es dárselos a las plantas. Conviene diluir.
Algunos casos son más significativos, como la remolacha, que el morado del agua da cuenta de todo lo que se pierde, o la acelga, que aporta hierro a los cultivos.
Por otro lado, Stehmann explica que los purines pueden funcionar como herbicidas, pues se da una regla general: “estos preparados inhiben el crecimiento de las plantas de las que han sido elaborados”. Es por esto que yo prefiero no usar el agua de la cocción en esas mismas verduras, antes lo hacía y no recuerdo que haya habido problemas importantes, pero por las dudas lo evito.
Cenizas
Otra manera de estimular la floración es disponer alrededor de la planta cenizas de madera (que también son ricas en potasio).
Una posibilidad dentro de este punto es preparar una infusión a base de papel. Se maceran 50 gramos de ellas en un litro de agua por una semana y luego se utiliza junto con el agua de riego.
Té de Compost
Lo que puede hacerse una vez que ya se tiene el compost es ponerlo en una bolsa que permita filtraciones y meterlo en un recipiente con agua, hasta que esta se oscurezca.
Hierro
En diferentes fuentes señalan que enterrar metales, por ejemplo algún alambre, le aportan hierra a la tierra. Mi abuela recuerda que antes tiraban clavos o tornillos oxidados cerca de la huerta y que a veces los clavaban a la corteza dura de un árbol.
Café
Colocar los restos de café (sólido) en la superficie de la tierra (revolviendo un poco para que se mezcle con la tierra) o disolverlo en agua y regar con esa solución es útil para la planta. No abusar.
Según el blog Vive alternativo, aporta nitrógeno, fósforo y potasio, además contiene magnesio y cobre.
Abono líquido preparado con frutas, verduras y pastos
Se trata de la fermentación de estos productos en agua, lo ideal sería seleccionar aquellas que son ricas en nutrientes y vitaminas y lograr cierta variedad.
Se recolectan seis kilogramos de restos, se corta en pequeños trozos y se coloca en un recipiente y se agrega azúcar (lo ideal es un kilogramo) para que fermente (como se hace con la fruta para que libere sus jugos). La receta también aparece con las medidas reducidas a la mitad (3 K y 500g), por lo que las medidas pueden adaptarse.
Se deja en reposo siete días y luego se filtra el líquido. Se aplica cada 15 o 20 días, diluido en agua a una relación de 1 a 20.
Esta es tal vez la menos viable, no por el tamaño, sino por el tiempo que se debe esperar. En mi experiencia siempre me fue difícil hacerlo, porque es difícil explicarle a otros habitantes de la casa que hay un balde con restos de frutas y verduras fermentando (para ellos pudriéndose), sólo pude realizarlo correctamente dos veces y, en algunas oportunidades más, interrumpí el proceso antes de la semana que recomiendan, por lo que el resultado fue mucho menor.
A modo de cierre
En estos apuntes intentamos dar una introducción a diferentes formas de abonado, centrándonos en aquellas que perfectamente pueden realizarse en un huerto urbano, pues el espacio y los materiales no son una dificultad.
Es muy recomendable hacerlo. Su importancia se ve en cómo mejora el aspecto y la producción de las plantas. En mi experiencia puede comprobar como mientras más los utilizo mejores están mis cultivos, más frutos dan, mayor tamaño alcanzan, etc. Y corroboré algo que había leído que el abonado es una manera de solucionar la falta de espacio.
Por otro lado, también permite reutilizar desechos de cocina o de las mismas plantas. Por lo que también tiene ventajas ecológicas. En el caso de los huertos urbanos en espacios reducidos, es una buena solución para reciclar recursos que, por falta de espacio, no podemos utilizar para la compostera.
Y sobre todo se justifica porque sino sólo queda recurrir a productos químicos, hechos por grandes empresas.
Fuentes:
- Red permacultura
- Manual Pro Huerta
- "Abonos orgánicos y líquidos"
- Infojardin
- Vive alternativo
- Un huerto en la ciudad
- Sabores
Muy interesante esta entrada. yo me concentro en preparar la composta, porque es lo más fácil para mi. Gracias.
ResponderEliminarGracias por las ideas, eso era lo que estaba buscando, ya comienzo!
ResponderEliminarMuy buen informe ! Aquí os dejo una página sobre cómo preparar el abono orgánico y natural en pocos pasos y sin agregados químicos, espero les sea útil:
ResponderEliminarhttp://eljardinencasa.com/compost-organico/abono-natural
alguien sabe si existe informacion sobre el achiote en esta pagina
ResponderEliminarGracias por las ideas, pero yo quisiera saber si alguien conoce de un abono natural para acificar la tierra. Por que yo tengo una gardenia que dejó de florear a mediados de la primavera y he estado informandome y tal parace que ese es un proceso producto de la falta de acido en su tierra. Muchas gracias.
ResponderEliminarprobablemente, a esta altura, o hayas solucionado para bien, o para mal... pero por si alguien està en la misma situación, podés aportar vinagre al suelo o jugo de cítricos. también càscara de cítricos molida servirìa para liberaciòn lenta.
EliminarBuen post sobre preparación de abonos orgánicos. Actualmente los fertilizantes orgánicos son más apetecidos debido a la demanda de alimentos orgánicos y sanos para el consumo humano.
ResponderEliminarSaludos!!
Fertilizantes orgánicos